domenica 22 novembre 2009

Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes del despertar

¡Cuántas veces me ha pasado a mí!
Soñar con caer y despertarme asustada en medio de la caída. No sé cómo funciona este proceso mental, pero nos demuestra que el mundo onírico está estrictamente relacionado con el real. Puede pasar que el primero condicione el segundo o viceversa.
De todos modos, el cerebro sigue funcionando incluso mientras estamos durmiendo.
Y aquí Dalí nos lo enseña. Ha traducido el probable sueño de su mujer Gala en imágenes inevitablemente surreales.

Éste fue uno de los pocos cuadros pintados por Dalí en 1944. En ese momento él se dedicaba de lleno a decorar escaparates, a hacer decorados para películas de Hollywood o a diseñar portadas para la revista Vogue, y le quedaba poco tiempo para pintar. Aunque sus temas tendían entonces hacia una religiosidad sentimental, el largo título de esta composición, nos muestra su intención de darle un carácter rigurosamente psicoanalítico.
En esta "fotografía onírica pintada a mano" - manera de la que Dalí denominaba sus cuadros - contemplamos un paisaje marino de lejanos horizontes y tranquilas aguas, quizás Portlligat, en el que Gala es una vez más la protagonista de la escena. Junto a su cuerpo desnudo y dormido, levitando sobre una roca que a su vez flota sobre el mar, Dalí coloca dos gotas de agua suspendidas y una granada. Sobre ella vuela una abeja. El zumbido de esta abeja se traduce en la mente de Gala en un sueño en el que la explosión de la granada de la parte superior hace que salga despedido de su interior un enorme pez, del que, a su vez, surgen dos amenazantes tigres y una bayoneta; ésta será la que un segundo más tarde pinchará a Gala en el brazo. Sobre ellos, un elefante con largas patas de flamenco, que aparece en otras composiciones del mismo Dalí, como por ejemplo Las tentaciones de San Antonio, lleva sobre su espalda un obelisco, y su presencia nos indica que se trata de un sueño.
En este sueño, que tiene lugar en plena luz del día, Dalí pretendía "poner en imágenes por primera vez el descubrimiento de Freud del típico sueño con un argumento largo, consecuencia de la instantaneidad de un accidente que provoca el despertar. Así como la caída de una barra sobre el cuello de una persona dormida provoca simultáneamente su despertar y el final de un largo sueño que termina con la caída sobre ella de la cuchilla de una guillotina, el ruido de la abeja provoca aquí la sensación del picotazo que despertará a Gala".

1 commento:

  1. ¡Hola Cri! Ya te dije…Dalí es un personaje interesante pero de personalidad muy compleja. Difícil comprender completamente sus obras..el onírico es algo que no se puede explicar con la razón, quizás por esto es más cautivador…nada tiene definición definitiva…¡es un mundo mágico que me fascina! Un beso

    RispondiElimina

Estrella fugaz

Estrella fugaz
Al ver una estrella fugaz se puede pedir un deseo