mercoledì 23 dicembre 2009

Un perro andaluz

Como ya les he dicho, Buñuel escribió algo sobre su primera película Un perro andaluz refiriéndose a él y a Salvador Dalí: "Escribimos el guión en menos de una semana siguiendo una regla muy simple adoptada de común acuerdo: no aceptar idea, ni imagen alguna que pudiera dar lugar a una explicación racional, psicológica o cultural. Abrir todas las puertas a lo irracional".
Además, cabe decir que Un chien andalou (éste es el título original en francés) fue realizado gracias al dinero que su madre le había prestado a Luis. Esto de los bajos presupuestos era una característica de Buñuel. Este cortometraje de 17 minutos se considera la pieza vanguardista más famosa donde violencia, brutalidad y sexualidad resultan aún más escandalosas si se tiene en cuenta que estamos todavía en la época del cine mudo de los años 20-30.
Pero estoy segura de que Ustedes tienen curiosidad y quieren ver la película o saber algo más sobre ésta. Les voy a decir sólo una cosa... Quienes tengan debilidad de estómago..¡mejor que no la miren!




Ahora...pues no es fácil trazar la trama de esta película. Todo empieza por la escena más representativa de la obra del cine surrealista, un acto de violencia irracional y gratuita: el mismo Buñuel corta el glóbulo ocular de una mujer con una navaja. Esto podría significar que, una vez destruida la óptica de lo ordinario, la pantalla se puebla de acontecimientos sin sentido que siguen la lógica-no lógica del mundo onírico.
Ocho años después, la misma mujer recibe en su casa a un hombre vestido como criada, cuya mano se llena de hormigas que se convierte en la visión de una axila femenina y de un erizo de mar.
Mientras tanto, la gente se acerca a ver una mano cortada que yace en la calle, manipulada por una mujer vestida de hombre que es después obligada por un policía a guardarla en su caja. Cuando la gente se aleja, la mujer es atropellada por un coche.
La mujer y el hombre (ya vestido con un traje) miran todo desde la ventana. Luego él intenta tocarla: ella antes lo rechaza y después deja que el hombre la toque. Al final ella huye pero se encuentra acorralada en un rincón y el hombre, para que ella ceda, arrastra unas cuerdas anudadas a un melón, dos pianos de cola, un asno muerto y dos seminaristas (entre ellos el mismo Salvador Dalí). Asustada, la mujer se escapa a otra habitación, donde encuentra al hombre que ella había recibido en su casa al principio.
Alrededor de las 3:00 de la mañana, este hombre es visitado por su doble, quien lo reprende por utilizar ropa femenina. El otro tipo le pone libros sobre sus palmas, pero cuando se voltea, los libros se convierten en pistolas que el castigado utiliza para matarlo (¿se acuerdan Ustedes lo que había dicho sobre Dalí como reencarnación de su hermano? Muy bien...ésta es la ocasión en la que Dalí quizás haya querido liberarse de esa presencia). Herido, el hombre cae en un bosque intentando aferrarse a la espalda de una mujer que desaparece al instante. Unos hombres que pasan por ahí lo ven y lo levantan.
Al regresar a la habitación, la mujer nota sobre el muro una mariposa que tiene un cráneo pintado. Entonces encuentra al hombre que había intentado acariciarla, y que logra hacer desaparecer sus labios para reemplazarlos con el vello de la axila de ella.
Enojada, la mujer sale de la casa que esta vez se encuentra enfrente de la playa. Ahí, ella se une a un joven al que besa y con quien se pasea. Durante el paseo, encuentran sobre la arena la caja vacía y rota donde se encontraba antes la mano cortada.
El cortometraje termina con una última escena que se desarrolla en primavera (au printemps, como dice el rótulo): la mujer y el hombre se encuentran muertos y enterrados en la playa.

Sí, lo sé...la gente se queda un poco perpleja cuando mira este vídeo. Es normal...es más, Dalí y Buñuel querían exactamente esto. Escandalizar y romper con las formalidades y los cánones de la época (cosa que ya hacía excelentemente Dalí gracias a la pintura).
El nacimiento de la idea original tuvo lugar en diciembre de 1928, en Cadaqués, durante una conversación entre los dos. Buñuel la recuerda:
Dalí me dijo: Esta noche he soñado que hormigas pululían en mi mano. Yo dije: ¡Y bien! Yo he soñado que cortábamos el ojo de alguien.
Y sigue contando cómo se les ha ocurrido escribir tal guión:
Estábamos en tal simbiosis que no había discusión. Trabajábamos recibiendo las primeras imágenes que nos venían a la mente y rechazábamos sistemáticamente todo lo que podía venir de la cultura o de la educación. Debían ser imágenes que nos sorprendieran y fueran aceptadas por ambos sin discusión.
Por ejemplo, la mujer se hace de una raqueta de tenis para defenderse del hombre que quiere atacarla; éste mira entonces alrededor suyo buscando algo y (hablando con Dalí): ¿Qué es lo que ve? –Un sapo que vuela. –¡Mal! –Una botella de coñac. –¡Mal! –Bueno, yo veo dos cuerdas. –Bueno, pero ¿qué hay tras esas cuerdas? –El tipo que las jala se cae porque está arrastrando algo demasiado pesado. –Ah, está bien que caiga. –En las cuerdas, hay dos grandes calabazas secas. –¿Qué más? –Dos hermanos maristas. –¿Y luego? –Un cañón. –Mal, mejor un sillón de lujo. –No, un piano de cola. –Muy bien, y sobre el piano un asno... no, dos asnos putrefactos. –¡Magnífico! Es decir que hacíamos surgir imágenes irracionales sin ninguna explicación.

Por último cabe decir que la película nació muda pero en 1960 fueron incorporados los motivos de Tristán e Isolda de Wagner y un tango.

Luis Buñuel

Luis Buñuel Portolés nació el 22 de febrero de 1900 en Calanda (Teruel). Su padre Leopoldo se dedicaba al negocio de ferretería donde hizo fortuna y se casó a los 43 años con María Portolés de 17. La pareja tuvo siete hijos y Luis fue el primogénito.

Buñuel se trasladó a Madrid en 1917 para iniciar la carrera de Ingeniería Agronómico (obligado por su padre), instalándose en la Residencia de Estudiantes donde entabló amistad con Salvador Dalí y Federico García Lorca. En la capital de España Buñuel abandonó Ingeniería para terminar licenciándose en Filosofía y Letras en 1924.

Testimonio de la amistad entre Luis y Salvador es este retrato de Buñuel que Dalí pintó en 1924.

La visión de la película Las tres luces (1921), obra de Fritz Lang, director alemán y su ídolo cinematográfico, fue el detonante para que Luis Buñuel comenzara a dedicarse al séptimo arte, el cine.

Se mudó a París en 1925 donde conoció a su mujer, la gimnasta Jeanne Rucar con la que se casó en el mismo año. Trabajó en esta ciudad, cuna del movimiento surrealista que ya conocen los que siguen mi blog, como ayudante de dirección y, con la colaboración de Salvador Dalí, Buñuel realizó sus dos primeras películas: Un Perro Andaluz (1929) y La edad de oro (1930). Ambas provocaron un gran escándalo en la sociedad del momento, hasta el punto que la segunda fue catalogada de blasfema y prohibida por el prefecto de policía parisina.

Al regresar a España dirigió un documental y se dedicó a la producción. Al estallar la guerra civil viajó a París y a Estados Unidos, donde intentó trabajar en Hollywood, sin embargo fue rechazado. Pero fue en México donde reapareció la oportunidad de dirigir de nuevo.

A lo largo de su carrera artística en el mundo cinematográfico (desde 1929 hasta 1977) Buñuel filmó unas 30 películas. Cabe destacar que trabajó siempre con escaso presupuesto y pocos medios materiales, por lo que se convirtió en un alquimista del séptimo arte: creaba auténtico arte con “basura”.

Con respecto al surrealismo (en el que militó), a Buñuel le atraía precisamente por lo intuitivo, por esa renuncia de la razón de la que ya hemos hablado.

Hasta su muerte, en 1983, vivió en su casa de México rodeado de su familia y amigos cercanos. Un año antes de morir escribió, junto a Jean-Claude Carrière, El último suspiro (un libro de memorias) donde habla también de la película que vamos a ver y “analizar” en el próximo post... ¡No se la pueden perder!

domenica 6 dicembre 2009

Citas de Dalí

Y ahora...quiero interrumpir este relato que podría resultar un poco aburrido, y les mostraré qué carácter excéntrico tenía Dalí gracias a unas citas muy famosas (atribuidas a él).


· Cada mañana al despertarme siento un supremo placer: eso de ser Salvador Dalí.

· No temas la perfección. Nunca la alcanzarás.

· Yo no pinto un retrato para que sea semejante al sujeto sino para que la persona empieze a desear de ser como su retrato.

· Seré un genio, y el mundo me admirará. Quizá seré despreciado e incomprendido, pero seré un genio, un gran genio, porque estoy seguro de ello. (Esto lo dijo cuando sólo tenía 15 años)

· Hay días en los que creo que podría morir por una sobredosis de satisfacción.

· A los tres años quería ser cocinero. A los cinco quería ser Napoleón. Mi ambición no ha hecho más que crecer; ahora sólo quiero ser Salvador Dalí y nada más.

· La pintura es sólo una minúscula parte de mi genialidad.

· El dibujo es la honestidad del arte - No hay posibilidad de engaño, o es bueno o es malo.

· La inteligencia sin ambición es como un pájaro sin sus alas.

· Sólo hay dos cosas malas que pueden pasarte en la vida: ser Pablo Picasso o no ser Salvador Dalí.

· ¡No podéis expulsarme porque Yo soy el Surrealismo! (esta frase la pronunció después de ser expulsado del movimiento surrealista en París).

· La única diferencia entre un loco y yo es que yo no estoy loco.

· El que quiere interesar a los demás tiene que provocarlos.

· Es fácil reconocer si el hombre tiene gusto: la alfombra debe combinar con las cejas.

Estrella fugaz

Estrella fugaz
Al ver una estrella fugaz se puede pedir un deseo